PRIMERA PARTE (selección)
Alexis: su nombre,
su oficio: navegante.
Poco queda por decir después de esto,
salvo que ahora navega su viaje más largo,
su viaje sin anverso ni reverso,
cargando al hombro
sus pobres huesos rotos
y el aroma de todos los caminos
que van del cielo
al infierno.
Alexis navegante,
marinero, astronauta, vagamundo,
trotacielos, escarbainfiernos, cargamontañas,
delirasueños, comedistancias, sueñafuturos,
argonauta,
quiero decir: viajero.
***
“¡A vivir la vida!”
-dijiste-
primero la noche, luego el sueño.
“¡Vamos a vivir la vida!”
-dijiste-
la noche es poca para echarse un buche
“¡Vamos a vivir toda la vida!”
-dijiste-
los bares siempre tienen un sabor marino.
Porque marinos somos
fuimos
seremos
herederos oscilantes de la madrugada,
altamar de estrellas: alto y nocturno mar.
“¡A vivir la vida, qué caray!”,
cómo no recordarlo,
¿qué más podrías decir?,
Alexis marinero,
Alexis ramos de estrellas y flores de obsidiana
(¿ramos o mar?)
***
Nuestro oficio es rellenar grietas
con orillas de playa,
saltar sobre abismos creados,
nadar alucinógenos,
alunarse,
salpimentar el cielo,
colgarle persianas al día,
barrernos los zapatos,
espantar a la muerte con la escoba
y a estornudos,
como dicen que se espanta al diablo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario