martes, 3 de febrero de 2009

De "Alexis navegante"

PRIMERA PARTE (selección)

Alexis: su nombre,
su oficio: navegante.

Poco queda por decir después de esto,
salvo que ahora navega su viaje más largo,
su viaje sin anverso ni reverso,
cargando al hombro
sus pobres huesos rotos
y el aroma de todos los caminos
que van del cielo
al infierno.

Alexis navegante,
marinero, astronauta, vagamundo,
trotacielos, escarbainfiernos, cargamontañas,
delirasueños, comedistancias, sueñafuturos,
argonauta,
quiero decir: viajero.

***
“¡A vivir la vida!”
-dijiste-
primero la noche, luego el sueño.

“¡Vamos a vivir la vida!”
-dijiste-
la noche es poca para echarse un buche

“¡Vamos a vivir toda la vida!”
-dijiste-
los bares siempre tienen un sabor marino.

Porque marinos somos
fuimos
seremos
herederos oscilantes de la madrugada,
altamar de estrellas: alto y nocturno mar.

“¡A vivir la vida, qué caray!”,
cómo no recordarlo,
¿qué más podrías decir?,
Alexis marinero,
Alexis ramos de estrellas y flores de obsidiana

(¿ramos o mar?)

***
Nuestro oficio es rellenar grietas
con orillas de playa,
saltar sobre abismos creados,
nadar alucinógenos,
alunarse,
salpimentar el cielo,
colgarle persianas al día,
barrernos los zapatos,
espantar a la muerte con la escoba
y a estornudos,
como dicen que se espanta al diablo.

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